martes, 24 de enero de 2017

Enseñar con la boca cerrada





La diferencia con la forma tradicional de enseñar es que antes el maestro hablaba y hablaba y los alumnos escuchaban, en cambio ahora el maestro va guiando al alumno que realiza proyectos y construye su propio conocimiento.
En este artículo se da un ejemplo de una maestra que les dice a sus alumnos: “hoy vamos a hacer un podcast sobre la platina, les enseño a usar la app y uds. Realizan solitos el proyecto, estoy a la par para ayudarles con sus dudas”. El resto del tiempo la maestra permanece en silencio, observando el desarrollo del trabajo.

Algunos consejos que nos da Stefany Bolaños (@_StefyB) son:


1. Crear un ambiente que invite a la participación, en donde los estudiantes se sientan aceptados y estimulados
2. Distinguir entre poder y autoridad.
Poder es la habilidad de hacer que las cosas sucedan, mientras que autoridad describe la relación con los alumnos. Hay que darle poder a los alumnos para que aprendan, mientras mantenemos la autoridad.
3. Escuchar sin intervenir
  • Resista la tentación de dar instrucciones y consejos a cada momento, para permitir un desarrollo más autónomo de los alumnos.
4. Use software que facilite la colaboración
  • Encuentre una herramienta que permita a los alumnos comunicarse con facilidad, y a Ud. Darle seguimiento a la tarea.

Este maestro que se mantiene con un perfil bajo, ya no es el actor principal sino que ha cedido el control a los alumnos, para que colaboren entre ellos y encuentren sus propias respuestas.

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